Heraldo de Aragon vuelve a la Opel
La suciedad e inseguridad concentradas durante años en el solar de la antigua Opel Iglesias en el número 243 de la avenida de Cataluña se acercan a su fin. O al menos ese es el plan del Ayuntamiento de Zaragoza, que ha localizado al legítimo propietario de los terrenos, al que va a instar a limpiar y vallar el perímetro del recinto.
El concejal de Urbanismo, Pablo Muñoz, reveló en la comisión del área del pasado miércoles que para el Consistorio había sido «imposible» hasta el momento determinar la propiedad del solar, ya que la empresa a la que se vinculaba había entrado en proceso concursal hacía tiempo.
Ahora los terrenos pertenecen al Grupo Santander, con el que Urbanismo ya ha contactado. El Ayuntamiento va a iniciar los trámites necesarios para instar a la sociedad a realizar los trabajos necesarios. En caso de no recibir una respuesta favorable, Muñoz aseguró que el Gobierno de la ciudad «actuará de manera subsidaria y le pasará la factura a la empresa», ya que ahora «se pueden iniciar estas acciones con verdadera garantía de cobro».
El edil de ZEC facilitó esta información tras ser consultado por Carmelo Asensio, portavoz del grupo municipal de CHA, quien recordó las molestias que este punto negro de la avenida de Cataluña genera en el vecindario, con «importantes afecciones en materia de seguridad e higiene».
Vieja reivindicaciónQue el Ayuntamiento metiese mano en el solar es una vieja reivindicación de las asociaciones vecinales de la zona. Desde su cierre en el verano de 2013, el concesionario ha sido víctima de saqueos, vandalismo, un incendio y el más absoluto abandono. Desde ese momento, las naves y las instalaciones de lo que fueron las oficinas han sufrido importantes daños entre los que destaca el constante saqueo que ha traído como consecuencia un preocupante deterioro.
Uno de los edificios, que en 2007 ganó el Premio Ricardo Magdalena al Mejor Edificio Construido en Zaragoza tras una inversión de más de 3 millones, ahora se encuentra «en estado de ruina», según denuncia Jesús Fon, vicepresidente de la asociación de vecinos de la avenida de Cataluña. «Han entrado continuamente y se han llevado cobre, tapas de registro… también tiene uno de los pisos completamente hundidos».
Lo primordial, apunta Fon, es «que se reponga el vallado, especialmente en la parte frontal del edificio, con chapa perforada, y que se cierre por completo el edificio para evitar que se pueda entrar». La parte más visible de la nave, el edificio acristalado donde se encontraba el concesionario, presenta decenas de pintadas, cristales rotos, cables arrancados, y mucha suciedad. Sin embargo, es la parte de las naves la que se encuentra en peor estado. No queda ni una sola puerta de entrada. El desmantelamiento de estas y del techo ha cubierto el suelo de plásticos, material aislante y suciedad.
Desde la organización vecinal se pide al Consistorio que se abra «un canal de comunicación rápido para poder trasladarles cualquier robo o acto vandálico» que aprecien.
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